SUTILES DIOSES ROMANOS

La Religión romana
Los romanos entendían por religión la relación entre ciudadanos y dioses, en la cual los primeros buscaban el favor divino y trataban de mantener la paz con los dioses. El gran número de dioses y la cantidad ilimitada de seres divinos en la religión romana antigua respondía a la necesidad de reconocer la acción divina en lo más cercano y cotidiano y actuar en armonía con ella. Existía un tipo de divinidades especiales para cada tipo de actividad agrícola, la ganadería, los que cuidaban a los hombres de su nacimiento hasta su muerte, en el matrimonio, etc.
Corte Celestial de los romanos
La huella más evidente de la cultura grecorromana tiene forma de esculturas y templos, pero su pensamiento y mundo divino es parte de una herencia que perdura e influye en el pensamiento occidental. Como la mayor parte de las religiones de la Antigüedad, los romanos eran politeístas. Sus divinidades eran personificaciones de las fuerzas de la Naturaleza. La base de la religión consistía en creer que sus dioses eran inmortales, veleidosos y con los mismos defectos que los seres humanos. Por eso, aquellos dioses tendían a procrearse tanto con divinidades como con seres humanos. Los romanos bautizaron a los dioses griegos con nombres que imponía el Imperio Romano. Así, Afrodita era Venus, Apolo era Febo, Aries era Marte o Poseidón era Neptuno. Y la genealogía comenzó con el Caos, desorden del que nacieron 2 hijos, la Noche y Erebo (muerte). De estos dos nació Amor que creó la Luz y el Día. Después la Tierra y el Cielo, Tellus/Gea y Urano. Tras un extenso árbol genealógico, se llega a Júpiter, que era el Dios Supremo, padre espiritual de los dioses y hombres. Su mujer, Juno, era la reina de los cielos y guardiana del matrimonio. Otros dioses asociados con los cielos son Vulcano, dios del fuego y los herreros, Minerva, diosa de la sabiduría y de la guerra, y Febo, dios de la luz, la poesía y la música. Vesta, diosa del hogar, y Mercurio, mensajero de los dioses y soberano de la ciencia y la invención, eran encargados de reunir al resto de los dioses del firmamento. Atlas, uno de los doce titanes, fue condenado a soportar sobre sus hombros el planeta Tierra por toda la eternidad como castigo por haber participado en la lucha de los gigantes contra Júpiter. Saturno era otro de los Titanes. Devoraba a sus hijos según iban naciendo, sólo escapó Júpiter. Tellus (la Tierra) le había predicho que sería destronado por sus hijos, como así fue. De la unión de Urano y la Rea nacieron los 12 titanes, de los cuales dos, Saturno y Cibeles, engendraron a la primera generación de dioses, a saber: Júpiter, el todopoderoso dios del cielo; Juno, su esposa, diosa del cielo y del matrimonio; Neptuno, que reina sobre el mar; y Plutón, señor del reino de los muertos. Además, la virilidad de Saturno tuvo una polución sobre el mar y de ella nació Venus, la diosa del amor y la belleza. A estos dioses sumaban los de la segunda generación, nacidos unos de la unión de Júpiter y Hera y otros de las múltiples aventuras en las que el fogoso Júpiter se complacía: Marte, dios de la guerra; Vulcano, dios del fuego; Minerva; la inteligencia; Apolo, el sol y las artes: Diana, la luna, la castidad; y Tellus, personificaba la madre tierra, hija de Caos.
Data tomada de Wikipedia. ---------------------------------------------------------------------
El Año Nuevo Gregoriano.
Todos se preparan para este “gran evento”; los anfitriones coordinan las fiestas; se compran las luminarias y fuegos artificiales; se prepara la comida, los entremeses, las golosinas. Definitivamente lo último que se piensa hacer esa noche es dormir... Sin embargo, ¿sabrá realmente la gente lo que está celebrando esa noche?Hay un personaje muy peculiar. Su nombre es Janus. Janus es el dios de las puertas, los comienzos y los finales. Era una de las múltiples deidades de la mitología romana. Tiene la peculiaridad de tener dos caras, las cuales representan el pasado y el futuro, el comienzo y el final, el oriente y el occidente, etc. Cada vez que los romanos iban a iniciar algo importante en sus vidas (por ejemplo: una guerra, contraer matrimonio, nacimiento de un bebé, un proyecto nuevo) le rendían culto a este dios, pues creían que él tenía la potestad de prosperar el proyecto o nueva etapa a comenzar. Era costumbre de los romanos dirigir plegarias a este dios al comienzo de cada día. Esta deidad era tan importante que nombraron el primer mes del calendario gregoriano en honor a él (en latín era originalmente “Ianuarius”, luego se traduce al español “Janeiro” y “Janero”, hasta finalmente evolucionar al nombre actual Enero)Una de las prácticas romanas, que va tomada de la mano con el culto a Janus, es encender fogatas y hacer mucho ruido la noche de Despedida de Año. Los antiguos creían que el ruido y las luces espantaban a los malos espíritus y contribuía a que los buenos espíritus volvieran a la tierra y les favorecieran durante el nuevo año.En resumen, cada vez que alguien celebra el año nuevo, realmente le está pidiendo a Janus su bendición. Y cada vez que se lanzan fuegos artificiales y se hace ruido con los “petardos”, realmente le estamos pidiendo a los buenos espíritus que vuelvan, y espantando a los malos espíritus.Yahweh nos declara en su Palabra que es necesario que su pueblo se aleje de toda idolatría. Un ejemplo de esto (de los muchos que podríamos citar) lo encontramos en Jeremías 10:2, donde nos dice: “Así dijo Yahweh: “No aprendáis el camino de las naciones...”La elección es suya: “...escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres...pero yo y mi casa serviremos a Yahweh” (Josué 24:15)
Fragmento extraído de la Internet.
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Entonces después de leer estos fragmentos de estudios… usted estará de acuerdo conmigo que cada vez que repetimos los días de la semana o los nombres de los meses en que nacimos estamos nombrando “dioses greco-romanos” ?.. ¿No es cierto que si?!...

Día Lunes: Luna; Martes: Marte; Miércoles: Mercurio; Jueves: Júpiter, Viernes: Venus; Sábado: Saturno; Domingo: FEBODiosSol; Mes: Enero: Janus; Febrero: Febus… (y por ahí si sigo no paro, porque se van a colar también los signos zodiacales).

El papa Gregorio, como es la costumbre con la religión tradicional y pagana, impuso sutilmente que reverenciemos a los antiguos dioses mitológicos cada vez que mencionemos esos nombres. (menos mal que en español también decimos “a-dios” cuando saludamos o nos despedimos, sin especificar “cual dios”)
Al Humanismo le sobran dioses. Los que no “están en nada” nos recriminan a los comprometidos que “no seamos tolerantes”… pues debo confesar que yo como creyente comprometido soy intolerante con dioses falsos y demonios, porque conozco su procedencia y en otro tiempos hasta les serví “por ignorancia”. Bien lo dice el Salvador “el que no esta conmigo, contra mi esta”…Mt.12.30 ROPA